¿Sabes que le pasa a tu piel cuando viajas? ¿Cuando te subes a un avión, tu piel se siente seca, atirantada o grasosa? Si tu respuesta fue si, aquí te vamos a explicar porque. A partir de los 30,000 pies de altura, la humedad en la cabina del avión desciende a un 20%, mientras que, nuestra piel esta acostumbrada a una humedad en el ambiente del 30% o más. Esto significa, que la piel de la cara y el cuerpo sufren una deshidratación intensa, incluso en un vuelo corto. Los síntomas pueden aparecer en forma de piel grasa, brotes, hinchazón, sensación de sequedad, falta de brillo e incluso picor. Esto sucede porque la piel intenta desesperadamente aferrarse al agua que tiene y compensar la falta de humedad. Sin embargo, esto lo podemos prevenir y mejorar con los siguientes tips:
Prepara tu piel días antes de tu vuelo.
Unos días antes del vuelo, asegúrate de hidratarte correctamente. Utiliza sueros y cremas muy hidratantes, así como, mascarillas que le provean a tu piel un extra de hidratación. De esta forma, estarás segura de que tu piel este tersa e hidratada antes de embarcar, lo cual, te servirá como póliza de seguro contra la deshidratación que ocurre durante el vuelo.
Utiliza protección solar antes de embarcar.
Las grandes altitudes durante el vuelo amplifican la cantidad de radiación UV que puede entrar a la cabina a través de las ventanas. Los rayos UVB son filtrados por el cristal de la ventana porque tienen una longitud de onda ultravioleta más corta, estos son asociados a las quemaduras solares. No obstante, los rayos UVA tienen una penetración mayor, ya que, su longitud de onda es más larga, esta radiación es la que provoca el envejecimiento prematuro en la piel. Por ello, es importante aplicarte un protector solar de amplio espectro antes del vuelo para combatir los efectos de los rayos UVA y UVB.
Hidrátate durante el vuelo.
El cuerpo pierde aproximadamente un vaso de agua por cada hora que pasamos en el avión. Por lo tanto, es crucial que nos hidratemos interna y externamente. Lleva una botella de agua vacía que puedas pasar por seguridad para que una vez dentro puedas rellenarla constantemente y de esta forma te mantengas hidratado. Durante el vuelo, utiliza ingredientes activos como el ácido hialurónico y la niacinamida que nos ayudarán a mantener la piel hidratada. Recuerda que la niacinamida es de los pocos ingredientes efectivos en muchos aspectos; te va a ayudar a controlar el exceso de grasa en la piel, ayuda a reducir visiblemente la apariencia de poros, suaviza las líneas de expresión, unifica el tono, restaura la luminosidad y previene la pérdida de humedad en la piel. En vuelos muy largos, es recomendable aplicar una mascarilla de tela a mitad del vuelo para devolver a la piel la hidratación perdida. Cuando nos encontramos en un ambiente con bajos niveles de húmedad es como si succionaran el agua que esta en nuestra piel al exterior, dejando nuestra piel sedienta. Las mascarillas nos van a ayudar a disminuir la evaporación del agua y esto nos va a permitir que los ingredientes hidratantes se absorban mejor.
Acelera la renovación celular de la piel.
Normalmente, la melatonina (la hormona del sueño), se eleva unas horas antes de dormir, lo que nos permite conciliar el sueño y de esta forma, aumenta la capacidad de nuestra piel para repararse. Pero volar altera el ritmo circadiano, es decir, el reloj que nos indica cuando debemos dormir y cuando debemos estar despiertos. Esto especialmente sucede en vuelos muy largos, donde se añaden horas de luz a nuestro día. Incluir un suero que contenga ácido láctico en tu rutina de vuelo ayudará a acelerar la renovación celular de nuestra piel, sin deshidratarla y lo mejor de todo es que es tolerado por la mayoría de los tipos de piel, a excepción de aquellas pieles que son muy sensibles.